Recientemente se han hallado cerca de Fonelas (Granada) unas hachas que datan de hace unos 900.000 años, que doblan las fechadas en el resto de Europa. Según la revista Nature, una de las más prestigiosas a nivel internacional, este descubrimiento se ha añadido a los restos humanos encontrados en varios yacimientos como Venta Micena, donde se encontró denominado hombre de Orce, un fósil humano de una antiguedad de 1,4 millones de años, y en yacimientos cercanos se han encontrado piezas fósiles hechos por el hombre hace 1,8 millones de años.
Estamos hablando con bastante seguridad de que los europeos más antiguos estuvieron viviendo en la llamada cuenca de Guadix-Baza-Huescar, hace por lo menos unos 1,4 millones de años ya que son los restos humanos más antiguos jamás hallados en lo que fue el continente Euroasiatico. En este enlace se explica con mayor detenimiento el descubrimiento de los restos de Orce.
Volviendo al nuevo descubrimiento de hachas en la Solana del Zamborino, en Fonelas, lo realmente interesante es que por fin la comunidad científica internacional se ha dado cuenta de los importantes hallazgos arqueológicos que hay en los yacimientos del sureste español. El problema, porque siempre hay un problema, es que parece ser que en la Consejería de Cultura son unos catetos de la peor calaña, o algo peor, porque están retrasando deliberadamente todas las excavaciones e investigaciones que se hacen en la cuenca Guadix-Baza-Huescar.
Al parecer la última barrabasada de la consejería de cultura de Andalucía ha sido exigir a todos los científicos que deseen buscar restos fósiles por esa zona que deben estar titulados en Humanidades, cuando ellos son científicos, no humanistas.
Es tan absurdo como que los grupos que estudian los restos de Orce no podrían trabajar en Andalúcía pero sí en el resto de la península, o en el extranjero. Por ejemplo los grupos que descubrieron los restos, también famosos, de Atapuerca, no podrían venir a Orce a investigar, la situación es kafkiana como poco.
Que la Consejería de Cultura impida a estos investigadores hacer su trabajo es de pena capital, porque a menos que quisieran llevarse esos restos a otra parte, cosa que no es así, algo tan importante como descubrir parte del pasado del ser humano debería tener el más absoluto apoyo e inversiones para promover estos hallazgos.
Quizá ahora que una revista tan prestigiosa como Nature, se ha fijado en los yacimientos convenza a los políticos para que den su brazo a torcer.
Referencias : El Ideal y la noticia oficial en Nature (en inglés)
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