lunes, 17 de agosto de 2009

La montaña nos ha vencido.


Hace unos 11 dias durante un descenso a un monte pakistaní, el Latok II de 7.108 metros de altura, el alpinista español Óscar Pérez sufrió un accidente rompiendose una pierna y un brazo y quedó a 6.200 metros de altura en una repisa de la montaña, su compañero Álvaro Novellón intentó ayudarle, pero desgraciadamente el herido no estaba en condiciones de ser movido, así que al parecer convinieron que Álvaro bajase a pedir ayuda dejando los víveres allí para que Óscar pudiese resistir hasta que llegara la operación de rescate.

El problema es que la ruta que debía seguir el grupo de rescate era muy mala, el grupo de rescate estaba agotado para poder realizar tamaña empresa, y más en una montaña que ha rechazado los 25 intentos de ser ascendida. Además hay que añadir las malas condiciones climatologicas que la suelen azotar y que llevaban unos días remitiendo, pero que a la hora de salir el grupo de rescate empeoraron haciendo imposible el rescate del alpinista español.

Ayer, llevando Óscar Pérez ya 10 días solo, mal herido, y en condiciones muy precarias se decidió abandonar la operación de rescate debido a problemas meteorológicos y de extremo cansancio del grupo de rescate, lo que hacía también peligrar aún más la misión y a los rescatadores. Nadie sabe si Óscar sigue allí arriba con vida, pero el club Peña Guara al que pertenecía Óscar Pérez ha decidido de común acuerdo con los otros 2 grupos(Campo Base y Skardú) que participaron en el rescate abandonar la operación de rescate ante la mala situación del tiempo, se hizo un comunicado sobre la decisión y agradeciendo el enorme apoyo que han recibido, comunicado original.
La lógica apunta a que llevando 10 días allí, solo, malherido sin demasiados víveres, material de supervivencia y ante el empeoramiento del tiempo, el montañero español no haya sobrevivido y por ello se ha decidido "dejarlo" allí. Suena frío y hasta egoísta, pero la realidad es muy sencilla, un equipo bien preparado y con plena capacidad ya tendría problemas para llegar allá donde está Óscar, y eso contando con buen tiempo. Por tanto los pocos valientes que han intentado subir a rescatar a Óscar, exhaustos ya que algunos de ellos venían de un previo ascenso al K-2 hacía pocos días y a que la situación era en extremo peligrosa no estaban en condiciones de rescatar al español, ya que además no se sabe si aún está con vida, pero como decía todo apunta a que Óscar no habrá podido sobrevivir a tal prueba.



Es muy difícil y crudo pensar lo que debe pasar por la cabeza de una persona en unas condiciones como las que ha sufrido Óscar Pérez, la sensación de absoluta soledad, cada segundo haciendose interminable, colgado en una montaña aguantando las inclemencias del tiempo, herido de gravedad y casi sin provisiones. Es impensable pensar en sobrevivir a algo así para cualquiera que no conozca el mundo de alpinismo, pero es una muerte lenta y horrible, tal vez Óscar siga allá arriba vivo, al límite de sus fuerzas con la vaga esperanza de ser rescatado, un rescate que nunca llegará, aunque no porque no lo hayan intentado todo sea dicho. Como dijo ayer Sebastián Álvaro con gran acierto "La montaña nos ha vencido".

Ahora sólo queda pedir una oración por el alma del montañero y que descanse en paz para siempre.

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