Si la SGAE tiene una virtud es que es incansable en su afan de rapiñar y sangrar a la sociedad española, hasta en nombre de artistas que llevan décadas muertos y que censurarían este comportamiento. Este es el caso de un instituto de La Coruña que al querer representar una obra de teatro, como hacen todos los años, resulta que la SGAE les ha saltado al cuello porque dicho instituto va a representar 'Bodas de Sangre', una famosa obra de teatro del conocido (y aún sin hallar) Federico García Lorca.
La SGAE obliga al instituto a pagar 100€ ó suspende la función, una patada en la entrepierna a la cultura, "eso" que dicha institución aberrante dice defender y como suele decirse, si Don Federico levantara la cabeza... seguramente tendría una visión muy distinta de la idea de prohibir el teatro, pero claro, los que manejan los hilos no piensan en que la cultura es de todos y que es un derecho, y lo que no se puede hacer es vetar la cultura por unos míseros euros. Todo esto llevará a que en vez de representarse obras teatrales españolas se hagan del extranjero, lo que es muy triste, imaginaos cambiar la genial 'La Venganza de Don Mendo' por 'Hamlet', es decir, olvidar nuestra propia cultura porque nos hacen pagar por ella.
Esto me lleva a recordar las palabras de cierta directora y guionista, que decía durante su presidencia de la academia de cine: 'La política acaba con la creatividad', curioso si tenemos en cuenta que la misma persona que dijo esa frase luego desempeñaría la cartera de Cultura. Pero de paradojas el mundo está lleno, aunque alguien lo llamaría hipocresía...
Lo peor de todo, no es que exista la SGAE o gente como Ramoncín y Gonzalez-Sinde, sino que los gobiernos españoles los apoyen con tanta fuerza. Por ejemplo seguro que las hijas de Zapatero se bajan música, películas etc... mientras que su padre quiere evitar que el resto de la gente no podamos, con Franco sería algo normal (bueno, es que con Franco ni tendríamos internet en España) pero me reitero en mi idea, un gobierno socialista y de mente abierta no debería censurar de manera tajante ciertas libertades, pero a lo mejor es que no tenemos un gobierno así, ya se sabe, el poder corrompe.
Navegando por la red siempre se encuentran pequeñas joyas como los 10 parecidos entre la marca Coca-Cola y la marca Ramoncín, que aconsejo leer en la revista satírica El Jueves y que paso a exponer:
1. Ambos basan su fama en una fórmula de hace siglos.
2. Ambos van de rojos, pero son capitalistas.
3. Ambos empiezan muy fuertes, pero se desbravan.
4. Ambos son excitantes: una excita el organismo, y el otro, los ánimos.
5. Ambos son únicos: la Coca-cola es inimitable. Ramoncín es inimitado.
6. Nadie conoce la receta de la Coca-cola; nadie conoce la música de Ramoncín.
7. Se vende Coca-cola Zero. Y Ramoncín también vende cero.
8. La Coca-cola es gas. Ramoncín, SGAE.
9. Si se mezclan con vino, de los dos surge un peleón.
10. Y corre la leyenda urbana de que ambos contienen cocaína.
Sencillamente geniales los amigos de El Jueves, que con esto de la represión del Ministerio de Cultura se están poniendo las botas, y con artículos así se rien de una situaciónharto absurda.
Ah! por cierto, también dice Ramoncín que usar su nombre (que es una marca) sin su consentimiento cae en la ilegalidad, pues bien desde Mism@mente queremos hacer un breve experimento de gran riesgo: ¡Ramoncín!.
Creo oir a los abogados de la SGAE gruñendo y arañando la puerta... quizá esta sea la última entrada que haga desde Mism@mente, así que hasta nueva orden, un saludo y no pronuncieis el nombre de Ramoncín en vano....
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