martes, 12 de abril de 2011

¡Poyejali! ¡Gagarin en órbita!

Hace 50 años de una epopeya, el sueño cumplido de unos locos ingenieros que querían enviar un hombre al espacio y que viviera para contarlo. Hace 50 años Yuri Gagarin se convirtió en leyenda al ser el primer hombre en llegar al espacio y marcar así uno de los más importantes hitos de la historia de la exploración espacial.



En plena guerra fría, los rusos y los norteamericanos pugnaban por ser los primeros en demostrarse unos a otros que su nivel tecnologico era superior y que podían alcanzar metas sólo soñadas por unos pocos. La carrera espacial fue síntoma de aquella Guerra Fría que a pesar de su oscurantismo fue la época en la que la exploración del espacio se convirtió en una máxima estratégica, evidentemente por ser interesante desde el punto de vista militar.

El 12 de Abril de 1961 la Unión Sovietica iba a darle un golpe de efecto a la carrera espacial lanzando al primer hombre al espacio con éxito, algo que dolió mucho en el amor propio de los yanquis como ya ocurrió cuando en 1957 los soviéticos enviaron el primer satélite artificial a la órbita terrestre, el Sputnik 1. De ahí que el presidente norteamericano J.F. Keneddy se decidiera a dar el impulso más grande de la historia a la carrera espacial para que los americanos pusieran al primer hombre en la Luna, y así darle a los sovieticos algo que temer.
Eran tiempos para la ciencia tremendos, donde el espionaje, los top-secret y las pruebas secretas se unían a la tecnología más puntera, había que prepararse para una posible guerra contra el odiado enemigo y los sovieticos con esa característica suya de hacer las cosas por las bravas y a cualquier coste se pusieron por delante de los capitalistas yanquis que veían como los comunistas empezaban a poner distanciarse.

En aquella oscura y tortuosa época Yuri Gagarin consiguió un sueño anhelado por el hombre desde tiempos inmemoriables, llegar a los cielos donde los dioses se decía que vivían, en realidad Gagarin no encontró dios alguno, pero pudo ser el primero en admirar nuestro maravilloso globo azul desde el lugar de los dioses y sentenció que merecía ser protegido algo tan hermoso como nuestro planeta.


Yuri Gagarin murió tiempo después en Marzo de 1968 en un desgraciado accidente de avión, el cual pilotaba junto a su instructor y que debido a problemas técnicos cayó como una flecha cerca de Moscú. Su muerte y las situaciones derivadas poco tiempo antes de la gesta que realizó son material de los amigos de la conspiración ya que se dice que Yuri Gagarin fue víctima de un sabotaje por parte de su propio gobierno debido a discrepancias con el mismo. El propio gobierno soviético utilizó la muerte del cosmonauta para engrandecer más aún su leyenda, alegando que Gagarin perdió el control de su MiG-15 pero que pudo evitar que el reactor cayese sobre una escuela, una maniobra política en realidad sin ir más lejos.
Normalmente no me dejo llevar por ideas conspiranoicas, pero creo que Yuri Gagarin fue eliminado por su gobierno comunista porque les molestaba que el mayor héroe de la carrera espacial rusa discrepase de su propio gobierno y sus métodos, así que antes de que se pudiera convertir en una amenaza política lo asesinaron, en aquella época se podía silenciar a cualquiera impunemente, como hoy en día.

Pero pese a toda la teoría conspiranoica que existe debemos quedarnos con la gesta de un hombre que fue a los cielos exclamando ¡Poyejali! que en castellano significa ¡Vámonos! aún pensando en que se quemaría en la reentrada pero que gracias a la tecnología, o a la suerte quien sabe, pudo volver para contarlo.

¡Poyejali! y sed buen@s.

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