Hace unos dias murió uno de los últimos heroes de nuestra era, Neil Armstrong, un hombre de todos sobra conocido por ser el primer hombre en pisar la Luna, una hazaña llena de heroísmo y determinación, no sólo por los astronautas sino por todo el proyecto Apolo que fue sin lugar a dudas una locura en todos los sentidos para ganar a la URSS la carrera espacial. Una carrera espacial en la que los rusos tenían mucha ventaja gracias a ser los primeros en lanzar el primer satelite artificial al espacio, así como al primer ser vivo al espacio (la perrita Laika) y finalmente al primer cosmonauta, Yuri Gagarin. Los U.S.A. estaban asustados y bueno la historia ya la sabéis, el 20 de Junio de 1969 los americanos consiguieron enviar una misión (Apolo 11)de 3 hombres a nuestro satélite, donde se consiguió una de las mayores hazañas de nuestro tiempo, encumbrada con una frase que todos sabemos "es un pequeño paso para el hombre, un salto gigante para la humanidad".
Como digo, no contaré la historia del programa Apolo ni tampoco quiero liarme contando la vida y obras de Neil Armstrong, para eso están los libros, pero sí que quiero resaltar lo que significó para el mundo que un ser humano posara un pie sobre otro cuerpo del sistema solar. Aquella hazaña lo fue por la sencilla razón de que nos habíamos dado cuenta que con esfuerzo y determinación podíamos conseguir cualquier hazaña, algo que representaba la grandeza de la humanidad.
La humanidad merece volver a creer en algo así, que todos juntos podemos superar crisis y problemas globales como el calentamiento global o el hambre. Quizá sea una quimera pero me gusta pensar que la humanidad tiene un potencial tan increible que si sólo puedieramos demostrar lo que podemos hacer todos como un conjunto creo que los gobiernos del mundo cambiarían aunque tal vez peque de optimista.
Sed buen@s
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