miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿Controladores terroristas?

Este es el tema estrella desde el pasado puente de la Constitución y que he podido ver de cerca y hablar con afectados.

Casi me afecta la crisis de los controladores porque cuando el gobierno se puso serio, a las pocas horas se normalizó la situación en las torres de control y mi vuelo salió sin problema alguno. Pero claro, para entonces muchísima gente se vió afectada, algunos amigos y conocidos que por culpa de un atajo de privilegiados se quedaron en tierra y con una frustación más que notable. Frustación es decir poco, indignación tampoco hace honor a lo que mucha gente sintió en esas 48 horas (del 3 al 4 de Diciembre) cruciales entre que los controladores se negaban a trabajar y el gobierno tuvo que decretar el estado de alarma con efecto inmediato.

No voy a reflexionar sobre los motivos de este golpe de estado porque están claros: 
  1. Que se había agotado el horario máximo pactado con AENA y el gobierno (eso dicen los controladores).
  2. La privatización de la gestión de los aeropuertos, más concretamente de las torres de control.


Pero aunque pudieran tener parte de razón en manifestarse, perdieron esa razón que les quedaba cuando se negaron a trabajar, un verdadero golpe de estado o atentado si lo preferís. Creo que no hace falta explicar que pasa en un espacio aéreo si nadie lo controla... Algun@ pensará que soy un exagerado al decir atentado, pero ¿que otra cosa es?
¿Sabéis cuando fue la última vez que se cerró el espacio aéreo de un país de manera precipitada y urgente?
No, no fue cuando aquel volcán islandés se puso a lanzar ceniza a media Europa ya que eso fue consensuado y por causas de fuerza mayor. La última vez que se cerró el espacio aéreo de un país urgéntemente fue el 11 de Septiembre de 2001.

Si se cierra el espacio aéreo de un país no sólo significa joder a los turistas sus vacaciones, significa detener el pulso económico de un país en crisis, no entran ni salen aviones de comercio lo que recae en pérdidas multimillonarias para multitud de empresas, familias afectadas porque un pariente no puede viajar para recibir su tratamiento médico, órganos que deben ser transplantados en un breve período de tiempo y que si no llegan al paciente puede ocasionarle graves consecuencias, gente que se mete en carretera añadiendo más tráfico porque no puede viajar en avión aumentando la probabilidad de accidentes mortales y desgraciadamente un largo etc.

Hay gente que dice que los controladores no eran conscientes de la repercusión de su golpe de estado, yo no lo creo así. Cuando le echas un pulso a un país sabes donde te metes o no lo haces, Osama Bin Laden y Al-Qaeda sabían a que se exponían cuando asesinaron en Nueva York, Madrid y Londres, luego por favor que no me digan que no sabían los controladores que se podían meter en delitos penales y cosas aún peores por abandonar su trabajo. ¿Entonces que pasó realmente? Habría que formar parte de ese gremio o ser parte del comité de crisis del gobierno para saber todos los detalles pero a vista de un ciudadano normal todo apunta a que los controladores se pasaron de frenada y no pensaron en que el gobierno fuese a ponerse duro tan pronto en vez de tratar de negociar por las buenas.

Caos en los aeropuertos.


Los controladores sabían que el gobierno se pondría de mala uva sí, pero no que metiesen a los militares en las torres de control como así ha sido, recordemos que todavía los militares controlan a los controladores valga la rebuznancia (jeje). El Estado se puso muy serio y con razón porque tuvo que cerrar el espacio aéreo por lo que tomó la vía dura, decretar por primera vez desde que tenemos democracia el estado de alarma y militarizar las torres de control para asegurar que los controladores cumplan con su trabajo sin más tonterías.

Vehículos militares en la T2 del aeropuerto Madrid-Barajas

Un día antes de la fecha de salida de mi avión la situación estaba empezando a normalizarse pero aún así no se veían muchos aviones despegando o aterrizando, es más, el aeropuerto estaba tomado por la policía, sólo con ver como estaban las puertas de las terminales demostraba que la cosa era seria. Más de una decena de vehículos entre Policía Nacional y ambulancías esperaban en cada una de las terminales, más las patrullas policiales armadas que vigilaban cada cruce, entrada o acceso en el aeropuerto lo que me llevó a pensar que no estaban sólo para detener posibles motines de ciudadanos sino por si los terroristas decidían que podían hacer de las suyas aprovechando el caos reinante.

Ya han pasado varios días desde que la crisis comenzó y no creáis que esto ha terminado, el gobierno ha tenido a bien prorrogar el estado de alarma 1 mes más (con permiso del Congreso mañana) para evitar que los controladores vuelvan a tener la tentación de sublevarse en las fiestas navideñas que se aproximan, lo que me parece perfecto. Pero eso sí, una vez acabe la prórroga el gobierno debe actuar con decisión y cortar las cabezas necesarias para dar ejemplo, es decir, a aquellos controladores (los cabecillas) que se negaron a trabajar e hicieron sublevarse a los demás deben cumplir penas de cárcel de 2 a 6 años según el código militar que ahora les rige. Posiblemente algunos de los que deberían caer son los controladores de la torre del aeropuerto de Santiago de Compostela que fue donde se fraguó todo este embrollo.

Como digo, esto todavía no ha terminado porque no sé si el Gobierno tiene un plan ya preparado para solventar esta situación de la que el actual gobierno socialista no tiene la culpa ya que todos los anteriores han permitido el salario y los privilegios que ha tenido el sector de los controladores aéreos hasta día de hoy. Este gobierno le ha plantado cara a este sector de privilegiados con mayor o menor efectividad pero seguro que los controladores aéreos se volverán a pensar el tocarle las narices a los españoles.

Un resumen de lo ocurrido hasta casi fecha de hoy lo tenéis en la Wikipedia - Crisis de los controladores

Sed buen@s.

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